SaaS, IaaS y PaaS: ventajas y diferencias

SaaS, IaaS y PaaS
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¿Tienes un negocio digital o una empresa vinculada a dicho mundo? Entonces este post es para ti. A continuación, te contamos qué son y en qué se diferencian SaaS, IaaS y PaaS. Lee la nota completa: utilidades y ventajas de cada uno.

SaaS: definición, ejemplos y beneficios

SaaS significa software as a service, es decir: software como un servicio. Se refiere a una aplicación, herramienta o plataforma digital que brinda un servicio. Por lo general, se suelen utilizar de forma gratuita, pero con limitaciones para poder ofrecer la versión de pago. El uso es posible a través de una suscripción (mensual, trimestral o anual, según el caso). Algunos ejemplos de SaaS muy conocidos son Dropbox, Mailchimp y Slack.

Si bien los SaaS poseen poca posibilidad de personalización y alta dependencia del proveedor, cuentan con cuatro ventajas importantes: 

  • El costo de inversión inicial es menor.
  • No se requieren conocimientos técnicos.
  • Se reducen los gastos de informática.
  • Tienen soporte incluido.

IaaS: definición, ejemplos y beneficios

IaaS se traduce como infraestructura como servicio. Los tres más conocidos son Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Computing Engine. En pocas palabras, te ofrecen todas las herramientas para soportar la infraestructura que tu programa o aplicación necesita para ser montada: servidores, almacenamiento de imágenes, correo electrónico, etc. Por tu parte, solo tienes que ocuparte de la gestión de dichos recursos que tienes a disposición; el hardware corre por parte del proveedor. El pago se efectúa por uso.

Aunque necesitas altos conocimientos técnicos, recursos adicionales y formación para los empleados, vale destacar que existen tres valiosos beneficios:

  • Reducir los costes operativos.
  • Conseguir alta flexibilidad y escalabilidad.
  • Controlar de forma total la infraestructura.

PaaS: definición, ejemplos y beneficios

PaaS significa platform as a service, es decir: plataforma como servicio. Este tipo de productos te brindan el hardware y toda la configuración que tu aplicación necesita en una plataforma ya configurada (es un paso más de la opción IaaS). Solo te queda realizar el deployment con unas líneas de comando. Para acceder a un PaaS, eliges un plan con determinados recursos y características, y pagas una suscripción por dicho plan. Algunos ejemplos para considerar son: Heroku, Windows Azure y Google App Engine.

Pese a que la capacidad operativa es limitada y las soluciones te obliguen a migrar cuando resultan insuficientes, podemos citar algunos grandes beneficios:

  • Alta escalabilidad y flexibilidad.
  • Codificación reducida.
  • Simplicidad en el acceso y el uso.
  • Posibilidad de crear aplicaciones sin necesidad de administrar software.

En fin, elegir entre SaaS, IaaS y PaaS dependerá de la situación y las necesidades de tu negocio o empresa. Si tienes dudas, no dudes en consultarnos sin compromiso.

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